Monotipia en linóleo de la serie Danza para Sostener el Cielo (2003)
Un día, tuve una visión completamente nueva, diferente a todo lo que había conocido sobre la naturaleza. Me llegó gracias a la generosidad de Ailton Krenak, un hombre cuya vida está más integrada con la naturaleza que la mía. Viejos árboles en la plaza custodiaban el silencio en medio del ajetreo del tráfico. De repente, sentí como si la ciudad estuviera muy lejos. Una brisa suave de la tarde sopló, creando un leve zumbido, como música. A veces, las hojas chocaban entre sí, produciendo sonidos alegres. Nada parecía haber cambiado exteriormente — solo una plaza, como tantas otras en la ciudad — pero ahora había algo más. En ese momento, se percibía una alineación en el ritmo de las cosas, como si todas compartieran un mismo propósito. La realidad espacial ya no importaba. La distancia entre el yo y el otro se disolvió, y las dualidades dejaron de tener sentido. Una sola verdad bastaba para que existiera significado. Me di cuenta de que también formaba parte de esa misma danza; simplemente no era consciente de ello.
La calle canalizaba el viento, suavizado por la vegetación de la plaza, liberándolo momentáneamente de las definiciones y la prisa, integrándolo todo — pero solo por un instante, que se desvanecía rápidamente, como un oasis entre la realidad urbana y el Cosmos. Desde entonces, me acompaña esa misma búsqueda — algo que siempre estuvo allí, sin nombre.
Otros encuentros siguieron a aquella danza con Ailton, y la memoria de ese sueño compartido ahora se manifiesta en las imágenes reorganizadas en el Cosmos del Arte. A través de monotipos, pinturas y esculturas, siempre existe la posibilidad de dejarse llevar por el viento y bailar con el Cielo que aún nos sostiene.
En esta obra, se utilizaron plantas naturales como elementos estéticos, interactuando espontáneamente con los colores para formar composiciones únicas. La imagen final se revela al retirar la obra de la prensa, generando un impacto visual impredecible — una característica del proceso de la monotipia.
Tinta gráfica sobre papel Canson de 224 g/m². Obra original no disponible para la venta.
Edición limitada: 35 unidades, disponibles del 6 de junio al 13 de agosto de 2025.
